Por qué los banqueros favorecen las tasas de interés
Debí haberlo visto venir: la industria bancaria respondió a la decisión del Consejo Directivo de la Reserva Federal (FED) de no elevar las tasas de interés con un primitivo grito de rabia. Y eso, pienso, nos dice lo que necesitamos saber sobre la economía política de los “pregoneros permanentes”.
La verdad es que he estado equivocado en esto. He intentado entender las exigencias de que suban las tasas de interés pese a la ausencia de presión inflacionaria en términos de amplios intereses de clase. Y el problema es que no está del todo claro dónde yacen estos intereses. Los ricos reciben mucho ingreso por concepto de intereses, lo cual significa que les afectan las tasas bajas. Pero también son dueños de muchos activos, cuyos precios aumentan cuando la política monetaria es laxa. Podemos intentar determinar el efecto neto, pero lo que importa para la política es la percepción, y eso es algo turbio.
Ahora entiendo que lo que deberíamos estar haciendo es enfocarnos no en los amplios intereses de clase sino en intereses empresariales muy específicos; particularmente, los de los banqueros comerciales, a quienes realmente les desagrada un ambiente de tasas de interés muy bajas porque se les dificulta obtener ganancias.
Hay un límite inferior para las tasas de interés que pueden ofrecer, y si las tasas para prestar son bajas, eso comprime su diferencial de ganancia. Por tanto, los banqueros siguen exigiendo tasas de interés más altas e inventando historias sobre por qué esto tiene sentido pese a la inflación baja.
Ahora que, se puede afirmar, como lo ha hecho el economista Brad DeLong, a largo plazo el dinero fácil favorece a los bancos comerciales; que finalmente la tasa de interés nominal depende de la tasa de inflación, y que bloquearnos en una “inflación baja” o deflación sería muy malo para los bancos. Pero nadie acusó nunca a los banqueros de tener especialmente en claro los aspectos de la macroeconomía y, en cualquier caso, lo que les importa a los ejecutivos bancarios de ahora no es el largo plazo, sino los años inmediatos, durante los que recibirán o no bonos abultados.
La exigencia de tasas de interés más altas viene de un reducido grupo que tiene mucha influencia entre los banqueros centrales. Dudo de que haya mucha corrupción burda en este nivel (¿o estoy siendo ingenuo?), pero los funcionarios de las instituciones monetarias públicas –ciertamente el Banco de Pagos Internacionales, pero también la Fed– constantemente celebran reuniones –o almuerzan– con banqueros comerciales que tienen interés personal en que suban las tasas de interés, independientemente de la situación macroeconómica.
No sé usted, pero pienso que estoy teniendo un momento de “revelación”. Ah, y subir las tasas de interés sigue siendo una idea muy mala.http://larepublica.pe/impresa/economia/706503-por-que-los-banqueros-favorecen-las-tasas-de-interes